Las organizaciones deben tener claramente articuladas las metas y objetivos para canalizar por toda la organización los esfuerzos de los individuos hacia fines comunes. Las metas y objetivos también proveen medios para asignar recursos eficazmente.
La visión de la compañía es la declaración que determina dónde queremos llegar en el futuro, y responde a la pregunta ¿Qué queremos ser? Es un objetivo a largo plazo, y debe ser inspirador y motivador, recogiendo a modo de eslogan los valores, aspiraciones y metas de la organización.
La misión abarca tanto el propósito de la misma como la base de la competencia y de su ventaja competitiva, y responde a ¿Por qué existimos? ¿En qué negocios operamos y cómo los desarrollamos? Es una declaración específica centrada en los medios a través de los cuales operamos y es el objetivo hacia el que debemos dirigir los planes y programas marcados. Nos comunica porqué nuestra organización es diferente.
Los valores corporativos son los ideales y principios colectivos, son los ejes de conducta de la empresa y están íntimamente ligados con los propósitos de la misma.
La filosofía empresarial responde a ¿Cómo hacemos las cosas? Establece las reglas de conducta por las que debe regirse la organización. Son ejemplo: la orientación al cliente, la honestidad, la integridad, los principios éticos, los compromisos con la calidad y con la innovación, la protección al medio ambiente, …
La identidad corporativa de una empresa debe entenderse como el conjunto de características y atributos que permiten diferenciarla de otras organizaciones, y responde a la pregunta de ¿Quiénes somos?
Los objetivos estratégicos hacen operativa la declaración de la misión, y ayudan a establecer la dirección de cómo la organización puede cumplir con sus metas. Deben ser: medibles, específicos, apropiados, realistas y oportunos. Son ejemplo: aumentar el valor económico de la empresa, incrementar la rentabilidad o la cifra de negocio, de la empresa o de una determinada unidad de negocio, fidelizar a la clientela, motivar a la organización, mejorar la reputación de marca, desarrollar una estructura organizativa coherente, …
Las unidades estratégicas de negocio se definen como la parte de la empresa cuyos productos o servicios, fuerza de ventas, competidores y clientes son significativamente diferentes del resto de actividades de la empresa.